Amores sumergidos
En casi todos los países del mundo existe la economía sumergida. Esa que no existe en los papeles, que no cuenta en las estadísticas, que no recibe premios, que no tiene ayudas, esa que la impulsan, en general, los que menos tienen, los que más necesitan. Y también los que evaden, los que mienten, los que trampean. Esa economía de la que nadie quiere hablar, pero ahí esta, alimentando familias, haciendo estudiar a los chicos, comprando zapatos, activando otros engranajes que sin ese movimiento fantasma, silencioso, pendenciero, tampoco funcionaría. La economía legal, la de las cuentas claras y los números al día, se horroriza de la economía sumergida, la critica, la denosta, pero a veces, algunos de ellos, la utilizan, la buscan, la quieren. Con un poco de vergüenza, mirando para otro lado, pero en algún punto doblan la rodilla. Y entonces, me vino a la cabeza la comparación con el amor sumergido. Ese que no cuenta, que no sale en las fotos, que no se publican en Face o Instagram ...