Amor
Andaba perdida. Se paró en una esquina y desplegó un mapa recién comprado. No sabía leerlo muy bien, así que después de unas tres vueltas logró situarse.
"Usted está aquí", dijo en su mente y se imaginó un punto rojo en el mapa.
Apoyó la espalda en la pared entibiada por el sol de la tarde. No conocía la ciudad. Era una extranjera sin experiencia. Era un desafío para ella misma. Viajar sola. Sin ataduras y sin conocimiento. Descubrirse única y descubrir gente.
"Usted está aquí" resonó en su cerebro una vez más. ¿Donde estoy?, pensó, sola, sin un amor que me mime. Sin unos brazos que me asistan. Estoy en Nueva York. Porque quise. Porque si. Porque puedo. Porque no puedo.
Y en ese devenir de pensamientos alguien se acercó y le preguntó en perfecto inglés si necesitaba ayuda.
Ella asomó su cabeza por encima del mapa desplegado y le dijo que no.
Él le preguntó si hablaba español, ella le dijo que sí.
Él mostró su sonrisa más hermosa y la invitó a caminar hasta su próximo destino.
Ella dobló el mapa y aceptó. Iban a la Ópera.
Nueva York en primavera es hermosa, le dijo ella.
Como vos, él le susurró.
"Usted está aquí", dijo en su mente y se imaginó un punto rojo en el mapa.
Apoyó la espalda en la pared entibiada por el sol de la tarde. No conocía la ciudad. Era una extranjera sin experiencia. Era un desafío para ella misma. Viajar sola. Sin ataduras y sin conocimiento. Descubrirse única y descubrir gente.
"Usted está aquí" resonó en su cerebro una vez más. ¿Donde estoy?, pensó, sola, sin un amor que me mime. Sin unos brazos que me asistan. Estoy en Nueva York. Porque quise. Porque si. Porque puedo. Porque no puedo.
Y en ese devenir de pensamientos alguien se acercó y le preguntó en perfecto inglés si necesitaba ayuda.
Ella asomó su cabeza por encima del mapa desplegado y le dijo que no.
Él le preguntó si hablaba español, ella le dijo que sí.
Él mostró su sonrisa más hermosa y la invitó a caminar hasta su próximo destino.
Ella dobló el mapa y aceptó. Iban a la Ópera.
Nueva York en primavera es hermosa, le dijo ella.
Como vos, él le susurró.
A una amiga que no puedo dejar de querer.
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