Unicornios
Seres mágicos, poderosos, llenos de energía. Los unicornios se asocian con la fantasía, la belleza, el mundo idílico, y aunque nadie los haya visto, a todos nos sigue pareciendo que si esperamos lo suficiente, un día de una manera inesperada, un unicornio asomará a la ventana.
Mi teoría es que en esta vida hay mucho tipos de unicornios, que nos cruzamos todo el tiempo con ellos y que algunos llegan a fastidiarnos tanto que esperamos que la magia se de vuelta y le mire a los ojos, haciéndolo desaparecer.
En mi vida me he encontrado con jefes unicornio, esos seres llenos de buenas intenciones, buenos deseos, mágicas palabras, sueños esperanzadores. Jefes que sólo hablando te transportaban a un mundo ideal. Luego, cuando ibas transitando la profesión, al pasar de los meses y las promesas te dabas cuenta que comenzaba a deslucirse la propuesta. Que la fantasía inicial se transformaba en una realidad tirana. Los jefes unicornio prometen, pero no cumplen.
También, y por desgracia, he conocido amigas unicorno. Esta clase de amigas tienen la suficiente belleza inicial para iluminarte el día, para querer compartir tiempo con ellas, para abrirles la puerta de tu casa, para contarles tus secretos y derramar esas lágrimas que estaban esperando un mágico hombro para llorar. Las amigas unicornio son de la rama de los unicornios peligros, porque agregan un componente de compañerismo a la relación, que con el pasar del tiempo comienza a tener mucha fuerza, un compañerismo que se va volviendo intrusivo, cuestionado, egoísta y envidioso. Las amigas unicornio pasean brillantes por las promesas de amistad eterna, absorben la energía y transforman la confianza en tristeza. Cuidado aquí, porque son esa clase de unicornio necesario en la vida, pero cuando uno descubre que simplemente eran fruto de la imaginación, se vuelve todo un poco más oscuro.
Pero para mi, uno de los grupos de unicornio más brillantes, vivaces, mágicos y legendarios, son los amores unicornio. Son los más maravillosos del mundo, los más grandes, los más eternos, los más pasionales, los más atentos. Los amores unicornio, al contrario de lo que se pueda pensar, no están extintos, están por todas partes. Hay miles y cientos de miles de parejas galopando sobre el lomo de un amor unicornio. Generan planes, hacen proyectos, se aman, se muestran, destellan alegría, despliegan promesas, contagian purpurina y empalagan besos. Son abundantes y los más salvajes y dañinos. Los amores unicornio hacen olvidar a los que lo poseen que todo es magia en esta vida. Es fantasía. Que la belleza no es eterna y que al igual que los unicornios, un día dejarás de verlos, y te encontrarás en la ventana, esperando que asome uno, que te mire y te apasione. Pero es probable que no vuelva a pasar. Dice la leyenda que si alguna vez estuviste envuelto en los brazos de un amor unicornio, nunca más te volverá a pasar. Puede que sea por la gran herida que deja en tu corazón, puede que sea porque te has dado cuenta que por tu barrio ya no pastan más.
Mi teoría es que en esta vida hay mucho tipos de unicornios, que nos cruzamos todo el tiempo con ellos y que algunos llegan a fastidiarnos tanto que esperamos que la magia se de vuelta y le mire a los ojos, haciéndolo desaparecer.
En mi vida me he encontrado con jefes unicornio, esos seres llenos de buenas intenciones, buenos deseos, mágicas palabras, sueños esperanzadores. Jefes que sólo hablando te transportaban a un mundo ideal. Luego, cuando ibas transitando la profesión, al pasar de los meses y las promesas te dabas cuenta que comenzaba a deslucirse la propuesta. Que la fantasía inicial se transformaba en una realidad tirana. Los jefes unicornio prometen, pero no cumplen.
También, y por desgracia, he conocido amigas unicorno. Esta clase de amigas tienen la suficiente belleza inicial para iluminarte el día, para querer compartir tiempo con ellas, para abrirles la puerta de tu casa, para contarles tus secretos y derramar esas lágrimas que estaban esperando un mágico hombro para llorar. Las amigas unicornio son de la rama de los unicornios peligros, porque agregan un componente de compañerismo a la relación, que con el pasar del tiempo comienza a tener mucha fuerza, un compañerismo que se va volviendo intrusivo, cuestionado, egoísta y envidioso. Las amigas unicornio pasean brillantes por las promesas de amistad eterna, absorben la energía y transforman la confianza en tristeza. Cuidado aquí, porque son esa clase de unicornio necesario en la vida, pero cuando uno descubre que simplemente eran fruto de la imaginación, se vuelve todo un poco más oscuro.
Pero para mi, uno de los grupos de unicornio más brillantes, vivaces, mágicos y legendarios, son los amores unicornio. Son los más maravillosos del mundo, los más grandes, los más eternos, los más pasionales, los más atentos. Los amores unicornio, al contrario de lo que se pueda pensar, no están extintos, están por todas partes. Hay miles y cientos de miles de parejas galopando sobre el lomo de un amor unicornio. Generan planes, hacen proyectos, se aman, se muestran, destellan alegría, despliegan promesas, contagian purpurina y empalagan besos. Son abundantes y los más salvajes y dañinos. Los amores unicornio hacen olvidar a los que lo poseen que todo es magia en esta vida. Es fantasía. Que la belleza no es eterna y que al igual que los unicornios, un día dejarás de verlos, y te encontrarás en la ventana, esperando que asome uno, que te mire y te apasione. Pero es probable que no vuelva a pasar. Dice la leyenda que si alguna vez estuviste envuelto en los brazos de un amor unicornio, nunca más te volverá a pasar. Puede que sea por la gran herida que deja en tu corazón, puede que sea porque te has dado cuenta que por tu barrio ya no pastan más.
Comentarios
Publicar un comentario